¡Unidos llegamos y unidos nos mantendremos!

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    Hoy alzamos la voz
    no solo por los que están siendo perseguidos,
    sino por la dignidad de todos aquellos que dejaron su tierra
    con el corazón lleno de esperanza y las manos vacías,
    pero dispuestas a trabajar con honor y sacrificio.
    Cada redada, cada golpe en la puerta a medianoche,
    cada lágrima de un niño que ve a su madre llevada lejos,
    es una herida que quedará en el alma de este país
    que se forjó con la fuerza del inmigrante

    ¿Cómo es posible que en pleno siglo XXI, en una nación construida
    por soñadores, se pierda la empatía por el ser humano?
    ¿Cómo es que el dinero y el poder han llegado a pesar
    más que la vida, más que el amor y que la familia?
    Nos quieren dividir, nos quieren invisibles,
    pero aquí seguimos, porque no hay muro que
    detenga un sueño ni ley que encierre la esperanza.

    Este país no sería lo que es sin nuestras manos
    y ese será nuestro orgullo.

    Manos que han sembrado los campos, limpiado las oficinas,
    cocinado en restaurantes, construido casas
    y criado hijos que hoy son médicos,
    maestros, soldados y líderes.
    Nosotros también somos Estados Unidos,
    nosotros también somos parte del pueblo.
    A nuestros paisanos latinos: no bajemos la cabeza,
    no tengamos miedo de ayudarnos unos a otros,
    no dejemos que la desesperanza nos robe
    lo que más nos ha sostenido: nuestra solidaridad.

    Es ahora, más que nunca, cuando debemos estar unidos,
    porque cada uno de nosotros
    tiene una historia que vale la pena defender,

    porque si tocan a uno, nos tocan a todos.
    Pidamos que miren con el corazón, que entiendan
    que migrar no es un crimen, es un acto de valentía,
    que detrás de cada inmigrante hay un ser humano
    con una familia, con miedo, pero también con una fe
    inquebrantable por un mañana mejor.

    Unámonos, no por rabia, sino por amor,
    no por venganza, sino por justicia,
    no por ideologías, sino por humanidad.
    Porque solo el pueblo salva al pueblo.
    Y nosotros, los trabajadores, los humildes,
    los soñadores, somos más fuertes cuando caminamos juntos.
    ¡Unidos llegamos y unidos nos mantendremos!

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